En un pequeño valle escondido
entre un lejano bosque había una Villa de hadas que vivían muy alegres todas
juntas, menos una. Cathline era un hada de los deseos y aunque era feliz con su
trabajo no encontraba del todo sentido a su vida, se sentía diferente porque no
veía la vida como las demás hadas. Siempre veía a través de un pequeño agujero que se había formado en su capa protectora y se preguntaba que hay más allá de lo que está acostumbrada si vista. Así que una noche decidió escapar, salió de
la seguridad de su valle y a pesar de los riesgos que corría no le importo, aventurándose
a encontrar aquello que le faltaba.
Durante toda la noche estuvo
volando por el bosque hasta que en un momento se dio cuenta que el sol comenzó
a salir y vio unas gotitas las cuales eran el rocío de la mañana. Cathline
curiosa bajo a jugar con las hojas, disfrutó de cada tamaño y forma, pero en un
momento a lo lejos divisó una que tenía un pequeño agujero. Se acercó a la hoja
y vio a través del agujero mirando un mundo totalmente diferente, le gustó
tanto lo que vio que pensó 'quizás eso es lo que necesito, ver el mundo desde
otra perspectiva'. Sin embargo, a lo que quiso irse se dio cuenta que no podía
llevarse la hoja con ella y se puso muy triste, pero no tuvo más remedio que
irse y dejarla ahí.
Mientras seguía su camino, volaba
y a ratos daba saltitos entre las ramas de los árboles. Ella estaba feliz, se detenía
a oler las flores y a apreciar sus colores, pero escucho un sonido y asustada subió
hasta la copla del árbol donde se escondió y a través de las ramas intento ver que
había provocado el sonido.
A lo lejos alcanzó a ver a una persona, pero como no veía bien se acercó y vio a un hermoso joven alto, con una blanca sonrisa y unos churros en los cuál enredó su mirada. Hipnotizada, voló hacia ellos y vio a través de esos hermosos rizos. Mientras observaba vio sus sueños, anhelos y deseos, pero se dio cuenta de que la única forma de que se hagan realidad era mirar a través de sus ojos, así que con el corazón roto se alejó para descubrir el mundo y empezar su historia.
A lo lejos alcanzó a ver a una persona, pero como no veía bien se acercó y vio a un hermoso joven alto, con una blanca sonrisa y unos churros en los cuál enredó su mirada. Hipnotizada, voló hacia ellos y vio a través de esos hermosos rizos. Mientras observaba vio sus sueños, anhelos y deseos, pero se dio cuenta de que la única forma de que se hagan realidad era mirar a través de sus ojos, así que con el corazón roto se alejó para descubrir el mundo y empezar su historia.
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